Los Secretarios Financieros de Universidades y los representantes de Obras Sociales Universitarias se reunieron en la Universidad del Litoral, en la Ciudad de Santa Fé para debatir la situación económica actual de las dichas instituciones y sus obras sociales. La reunión contó con la participación de la Universidad Nacional de Córdoba, Universidad Nacional de Rosario, Universidad Nacional del Nordeste y, por supuesto, la universidad anfitriona.
A continuación las conclusiones de la reunión:
Estas conclusiones intentan mostrar a la Comunidad Universitaria, a los que tienen la responsabilidad de tomar decisiones institucionales en los distintos niveles y a la Comunidad en general el estado de situación de la Obras Sociales Universitarias consecuencia del franco proceso de deterioro presupuestario que vienen sufriendo.
Situación de emergencia
La licuación del salario trajo aparejado el deterioro de los ingresos de las Obras Sociales en forma directa. Los ingresos con los cuales las Obras Sociales financiamos nuestros planes de salud provienen, casi con exclusividad, del salario de los trabajadores universitarios y las contribuciones patronales que corresponden a la Universidades.
Trasladar esta reducción en términos reales de los ingresos al gasto significaría un fuerte ajuste a las prestaciones que traería como consecuencia un inevitable deterioro de nuestros los planes de salud.
Esta situación nos obliga a tomar el problema y plantear medidas ante lo que ya es una situación de emergencia.
Tanto el COSUN (Consejo de Obras Sociales de las Universidades Nacionales) en un documento emitido a principios de este mes como el CIN en la declaración del pasado 7 de agosto declaran que las Obras Sociales Universitarias presentan hoy una situación de emergencia ante la falta de actualización de sus ingresos y el aumento constante de prestaciones e insumos de salud.
Resumen de situación
Las Obras Sociales presentábamos hasta fines del 2023 una situación de equilibrio económico que permitía sostener planes de salud integrales y de calidad para todos los afiliados.
A partir del mes de noviembre el deterioro de los ingresos producto de la licuación de los salarios hizo estallar nuestros presupuestos y el déficit mensual se volvió insostenible al mediano y largo plazo.
Los salarios universitarios no acompañaron el proceso inflacionario y devaluatorio y por lo tanto los ingresos de las OSU tampoco.
Las variables asociadas al gasto son muy poco manejables. Las restricciones generalmente terminan en acciones judiciales que resultan aún más caras que los posibles ahorros.
Si se hubiera avanzado en medidas restrictivas para evitar este desfasaje hoy estaríamos hablando de Obras Sociales con prestaciones cortadas y en franco deterioro.
La recomposición del Salario de los universitarios por una parte y el estudio de medidas que compensen el deterioro del presupuesto de las Obras Sociales por la otra, resultan hoy una necesidad urgente.
