Día Mundial del Alzheimer: «La clave está en la educación, la paciencia y el apoyo emocional»
La Dra. Almirón destacó que los avances en investigación están dirigidos tanto a la prevención como al tratamiento del Alzheimer. «Se ha comprobado que la modificación de ciertos hábitos de vida, como la actividad física y el control de la presión arterial, puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad o retrasar su progresión», señaló.
Entre los avances más significativos, la especialista mencionó los nuevos fármacos dirigidos a la eliminación de placas de beta-amiloide y la investigación sobre la proteína tau, ambas relacionadas con la progresión del Alzheimer. También destacó la importancia de las terapias inmunoterapéuticas y la identificación de biomarcadores que podrían permitir diagnósticos más tempranos a través de pruebas de sangre y análisis de líquido cefalorraquídeo. «La detección temprana es clave para poder intervenir antes de que los síntomas se manifiesten», añadió.
La modificación del estilo de vida desempeña un papel importante, de acuerdo con la docente de la Facultad de Medicina, “se ha demostrado que factores como el ejercicio físico, la alimentación y el control de la presión arterial y el azúcar en sangre pueden reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer o ralentizar su avance”, sentenció.
Según la Dra. Lila Almirón, la salud mental desempeña un papel esencial en el manejo del Alzheimer, tanto para los pacientes como para sus cuidadores. “Desde el momento del diagnóstico, es fundamental brindar apoyo emocional, no solo al paciente sino también a la persona responsable del cuidado y al grupo familiar”, explicó.
También la pérdida de memoria y las habilidades cognitivas pueden generar frustración, miedo, y aislamiento social, lo que también afecta el estado emocional del paciente. «Las terapias ocupacionales, la musicoterapia y otras técnicas pueden mejorar la calidad de vida, promoviendo la interacción social y evitando el aislamiento», recomendó.
“Los familiares pueden experimentar sentimientos de culpa al no poder dar el cuidado ideal o al tener que recurrir a centros especializados para una mejor atención del paciente. Además, el proceso de pérdida gradual de la persona amada puede generar un duelo anticipado, lo que añade una carga emocional difícil de gestionar. Tanto la culpa como el duelo anticipado son temas que requieren un abordaje temprano» afirmó la Dra. Lila Almirón.
Finalmente la profesora de la cátedra de Salud Mental y Psiquiatría, hizo énfasis en la importancia del autocuidado para los cuidadores y las familias. «Es necesario que aprendan sobre la enfermedad y se capaciten para acompañar adecuadamente al paciente», manifestó.
«La clave está en la educación, la paciencia y el apoyo emocional», concluyó, recordando que la preparación es esencial para enfrentar la progresión de la enfermedad y garantizar el bienestar tanto del paciente como de quienes lo rodean. La especialista expresó no alentar soluciones mágicas, señalando que todos deben prepararse para este avance de la enfermedad, implementando estrategias prácticas y prestando atención al bienestar emocional de todos los involucrados.